sábado, 27 de febrero de 2010

Lágrimas de sangre (II)

Buscó con la mirada el ordenador, causante de otra maratón de moratones, tras el visionado de la factura por parte de su padre. ¡Cómo le gustaría poder cambiar todo eso…!

La manzanita plateada reflejaba la luz de la lámpara que alumbraba su cuarto. Lo cogió y lo encendió sobre sus rodillas. Como de costumbre, la ventana de Internet se ejecutó sola, . abriéndose la página de Google. Frunció el ceño, contrariada. Esa noche nada era como de costumbre… ¡Y el ordenador seguía haciendo lo de siempre! Maldita informática… Siempre con las malditas pautas.

Guiada por un extraño instinto, tecleó la palabra “reformatorio” e inició la búsqueda. Se sonrió al ver la cantidad de resultados que aparecían. Se preguntó si ella tendría que ir a alguno de esos.

Una extraña sensación comenzó a atenazarle el corazón. Intentó identificar ese sentimiento y por un periodo indeterminado de tiempo se quedó mirando al vacío. Recordando…

El día de su último cumpleaños… Su madre estaba radiante. Se había maquillado a conciencia y mostraba una brillante sonrisa. No se daba de las miradas de todas las convidados, que la miraban preocupados. Pero ella… Ella la miraba de una forma especial. Sabía todo el esfuerzo que su madre estaba haciendo, y todo para ella, para que pudiera disfrutar de su decimosexto cumpleaños. Fue una tarde inolvidable, llena de risas, juegos bailes… Hasta que llegó él. La fiesta entera en silencio, exceptuando la canción que sonaba en los altavoces, Your song. se acercó a su esposa y le tocó la cara, sintiendo todas las capas de maquillaje que ocultaban sus cardenales. Y después, con una voz gutural, les dijo a todos que se fueran. En ese momento, ella supo que estaba borracho. Y que ese día no terminaría bien. Y se derrumbó sobre el suelo de su terraza, llorando, mientras sus amigas se iban, huyendo del monstruo.

Dejó el ordenador sobre su cama y, sin pensar, se levantó y se encaminó hacia la habitación de matrimonio.

Distinguió una silueta sobre la cama y se arrodilló en el suelo junto a ella.

- Mamá -empezó suavemente-. Mamá , tu sabes que yo le quería, ¿verdad? Nunca quise herirle. Pero si no… Si no hubiera… Si yo no… Me habría matado, ¿sabes? Tendrías que haber visto su mirada, mamá… Como en aquella película del muñeco diabólico. Esa mirada era clavadita a la de papá… Yo… Cuando `llegué y lo vi… -paró un instante-.¿Te acuerdas cuando fuimos de excursión? Subíamos por la montaña y papá me cogía en brazos para que no me cansara… Y Timmy estaba con nosotros -sonrió-. Papá me contó la historia de su nombre, ¿recuerdas? ¡Cómo el perro de Los Cinco! -su cara se entristeció-. Papá lo mató, ¿verdad? Le dio un golpe en la cabeza. Siempre lo he sabido, pero no quería decírtelo. Sabía que te hacía feliz que yo me creyera la mentira…

Hizo una pausa, mirándose las manos.

- ¿Sabes que he sacado un diez en Historia? Me pasé toda la tarde estudiando… Y dio sus frutos. El profesor está muy orgulloso… Pero me ha dicho que tengo que salir más. Todos los de la clase se han quedado pasmados. Yo he sonreído y le he dicho que lo intentaría. Por eso había pensado… ¿Qué te parece si voy el viernes al cumpleaños de Vanesa? Me ha invitado esta mañana. Es la semana que viene… -levantó la cabeza y miró al techo-. ¿Sabes, mamá? He decidido que quiero ser historiadora. Investigar las historias pasadas y los chismes de los reyes y los cortesanos. Estaría bien, ¿eh? Además podría vivir en Oklahoma o Massachussets… ¿Te imaginas? Podría ser una historiadora famosa… Como Robert Langdon… Ese era historiador, ¿verdad? El de El Código Da Vinci. Me parece que sí, aunque estaba especializado en simbología… He estado escuchando música, ¿sabes? My Chemical Romance, No Way Out, LordiLordi es genial… Would you love a monsterman? es tan…

Calló de repente, sintiendo una gran angustia en el pecho, y no pudo contener las lágrimas.

-Mamá, mami -sollozó-. ¿Qué hago? ¡Está allí! Muerto, mami. Lo maté yo. Con el cuchillo. Con el mismo cuchillo con el que él… ¡Pero yo no quería! Mamá, él… ¡Él quería hacerme daño, quería…! Mami… No me harán nada, ¿verdad? Yo no quiero que me hagan nada, yo quiero estar contigo para siempre. ¿Qué derecho tenía él a tratarnos así? ¿Con qué derecho te pegaba y nos maltrataba? Mamá… -los sollozos se doblaron-. Deberías haber visto su cara cuando le clave el cuchillo… Me… Me miró y… No me odiaba mamá, pero… Estaba decepcionado… Él quería que yo aguantara más, que yo te salvara… Todavía la recuerdo… -tenía los ojos anegados de lágrimas-. Mamá, ¿crees que algún día me perdonará? ¿Me perdonará algún día? Mamá… Mami… Mamá…

Destapó a la figura de la cama y se quedó contemplando el cuerpo inerte de su madre… Las sábanas manchadas de sangre… Le dio la vuelta al cuerpo, antes de lado, para que se quedara mirando al techo. Pudo ver el gran agujero de su vientre, la sangre todavía fresca… Sintió angustia. Corrió al cuarto de baño y vomitó el chocolate.

4 comentarios:

  1. Que molonguii, jeje... Tambien la ha matado ella o fue su padre???? Esk es muy confuso, pero ese es el secreto de la buena literatura... jeje

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  2. Es que todavía queda una tercera parte... y aún una cuarta!

    quizás lo postee mañana. No sé si el verbo postear está admitido por la RAE. En fin... En seguida más.

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  3. O.O

    También está muerta la madre?! Oh, quién la ha matado, pobecita, ya decía yo que no respondía jajja

    Si el verbo no existe deberían añadirlo, hay quien lo usa mucho ;)

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  4. si, verdad? lo propondremos en el próximo pleno... xD

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