lunes, 14 de mayo de 2012

Amor constante más allá de la muerte

Dado el título de la anterior entrada, no puedo evitar compartir uno de los mejores poemas de amor de la literatura española. Es obra de Francisco de Quevedo, misógino empedernido que sin tener ninguna experiencia en el tema nos obsequió con la mejor definición de amor que conozco. Disfrutad :)


AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;

mas no de esotra parte en la ribera
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a la ley severa

Ala, a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas, que humos a tanto fuego han dado,
médulas, que han gloriosamente ardido.

Su cuerpo dejará no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
Francisco de Quevedo.






Polvo enamorado

La dama gris miró su figura apagada. No se acercó, su rostro no mostró ningún sentimiento. No habló. No podría. Mostraría su debilidad, y eso era algo que no podía permitirse.Él la miró a los ojos. Un disparo en su corazón.Se dio la vuelta, pero no pudo salir de la habitación. Dichoso destino, que le hacía matar a aquel a quien amaba. Dichoso sentimiento que la obligaba a morir con él.