sábado, 27 de junio de 2009

Il lungo addio

Este junio ha terminado una etapa muy importante de mi vida. Bueno, supongo que la de todos... Este año he terminado la ESO y es como si... como si no quisiera... Tengo todos los libros de este año aún en la estantería, sin atreverme a guardarlos. Es demasiado...

Siento como si al hacerlo desaparecieran estos cuatro años llenos de... no tengo ni idea de que estaban llenos (que alguien lo diga si se le ocurre), pero ir descubriéndonos los unos a los otros, madurando con las idioteces que nos hacen tan especiales es algo que jamáshubiera pensado que pasaría cuando hace cuatro años entré al instituto. Qué demonios. Muchas veces pienso que habría sido de mi vida, de mi misma, si me hubiera quedado en Cartagena, si al final me hubiera quedado en el Vicente Medina, si ese 14 de septiembre, cuando anunciaban los alumnos pertenecientes a 1ºBI no me hubiera acercado a Elena porque era la única a la que conocía y estaba tan sola como yo en medio del patio (que triste nuestra vida...).

Supongo que ese momento, junto a un trabajo que nunca olvidaré en el cual tuvimos que recortar 50 estrellitas para que comprendieran la bandera de EEUU, han marcado mi existencia en el instituto. Como dice mi querídisimo ex-amigo, somos únicos, irrepetibles, inconfundibles, irreverentes (vale, esta me la he inventado yo) y otras muchas cosas que nos hacen especiales y que hacen que nuestra amistad no se pierda nunca.

Espero que este largo adios mío a los indescriptibles años de Educación Secundaria Obligatoria se transforme en un hola a los estupendos y venideros años del Bachillerato.

Termino con un hecho insólito: en todo lo que he tardado en escribir esta entrada no he tenido que cambiar una sola vez la canción del itunes. ¡MILAGRO!

Chicos gracias por haberme dado cuatro años mágicos, en especial este último, que ha sido especial.

Os quiero!!! Elena, Juan Felipe, Guadalupe, Diana, Oto, Eli, Vero... Y todos los que no me da tiempo a poner!!;-)

martes, 23 de junio de 2009

Un verbo conjugado en tres tiempos

Todos los que me conocen conocerán al gran Federico Moccia, un escritor italiano xapaz de hacer que una historia de amor al más puro estilo Romeo y Julieta se torne real, creíble. Los tres libros que han editado suyos en español son geniales, y su estilo narrativo es realmente... ¿inovador?

El caso es que, hace un momento, pensando sobre el gran dilema que es el amor (seguro que más de uno ha pasado sus ratos muertos haciendo lo mismo que yo), me he acordado de una frase que Moccia puso en boca del padre de Nikki en Perdona si te llamo amor, hablando con su amada esposa: "Toda mi vida se resume en un verbo conjugado en tres tiempos: te amé, te amo, te amaré".

No creo que esa frase se me olvide nunca. Es posible que la haya versionado, pero la esencia es esa. Me gustaría que tener la oprtunidad de decirselo a alguien alguna vez, y no conocer a nodie que me haga dejarla de lado.

Por que esa frase resume lo que es yo. Toda mi ilusión por la pureza del amor lo dice ese verbo conjugado en tres tiempos.

lunes, 22 de junio de 2009

Una última voluntad

Sé que no somos nadie. No somos ni ángeles ni demonios, ni animales ni personas. No estamos muertos ni vivos, ni siquiera estamos no-muertos. Si tenemos en cuenta toda esta lista de de certezas, empezamos a patinar por el terreno de las hipótesis. Así pues, ¿qué somos? Mi padre me dijo una vez que el vampiro se alimentaba de sangre para estar más cerca de la vida. Y yo siempre le preguntaba qué vida buscaba.

Mi padre solía sonreir y miraba a la fotografía de mi madre, susurrándome que la verdadera vida era dificil de encontrar y que solo el amor nos ayudaba a vivir. Nunca lo entendí. Hasta ayer.

Su mirada se cruzó con la mía un instante y sentí como mi corazón, por primera vez en 25 años, comenzaba a palpitar de un modo extraño, rápidamente, como un caballo galopando libre por una llanura. Por primera vez en 25 años , me sentí realmente viva.

Empecé a correr hacia a él, sorteando todos los obstáculos que se encontraban en mi camino. Él, sin embargo, seguía el suyo, sin esperarme, sin haberse percatado de mi existencia. Cuando estaba a apenas tres metros de él, mi... no sé bien como llamarlo ¿mi vida? ¿mi amor? ¿mi sentido? Es extraño, no debería ni moñestarme en buscarle un nombre, por que cuando me quedaban tres metros para alcanzarle, se metió en un vagón del metro, en el último momento, y cuando llegué junto a las vías, el tren ya se alejaba por el oscuro túnel.

Sé que no somos nadie. No estamos ni vivos ni muertos. El amor o el odio son simples caprichos de dioses a los que no les importamos nada, que solo buscan divertirse a nuestra costa. No es una hipótesis. Es una realidad tan grande como el universo.

Estoy cansada. Cansada de ser una marioneta sin vida, a quién manejan sin control. No volverán a desilusionarme, no volverán a mostrarme la felicidad para luego quitarmela de golpe. Lo siento, muchachos, dioses todopoderosos, vais a perder a una de las almas a las que más os gusta torturar. Adios, amigos, buscad a mi chico y decirle que le amé durante un día de mi no-vida y no-muerte, y que le voy a amar durante toda mi eternidad.

Jenny

martes, 16 de junio de 2009

En una fiesta


Buscó con la mirada un auténtico hito. No vio ninguno, ni siquiera uno de mentira. Todos nos hemos visto alguna vez en esa situación, en una fiesta sin conocer a nadie, pero sin nadie a la vista a quien merezca la pena hablar. Así pues, empezó a pasear por la sale, prestando atención a cada persona que danzaba, bailaba, reía o coqueteaba. Se fijó en una chica que hablaba con alguien. Un corro de gente le tapaba el ángulo de visión. Se movió un poco con el fin de satisfacer su curiosidad y descubrió a un joven apuesto, bien vestido. El chico levantó la cabeza y, durante un instante sus miradas se cruzaron. Ella se quedó sin respiración y su corazón se encogió. Eran los ojos más azules que había visto en su vida.

Continuó andando, huyendo de esa mirada que amenazaba con arruinarle la vida. El color azul empezaba a invadir su mente. Cerró los ojos y se apoyó en la pared, intentando poner en blanco su mente, olvidar la mirada que amenazaba con enamorarla. No estaba bien. Ella...
-Hola
Era una voz dulcisíma y no pudo resistirse a abrir los ojos. Allí estaban, esos ojos azules.
-Te he visto hace un momento. ¿Te conozco?
-Quizás.
-¿Quizás?
-¿No me recuerdas?
-¿Debería?
-Quizás.
-Me gustas, ¿sabes?
-Ya...
-Tienes los ojos más bonitos que he visto nunca.
-No es la primera vez que lo dices.
Se sorprendió de haberlo dicho. Realmente acababa de acordarse. De otra cosa más. Los ojos azules le seguían mirando.
-Eres rara, ¿sabes?
-No es la primera vez que me lo dicen-admitió.
-Aunque...-sus ojos se quedaron desenfocados un instante-. Te quiero-dijo sorprendido.
-¿Tu también lo recuerdas?- esta vez se sorprendió ella.
-No... No sé... ¿Lucía?
-¿Pedro?- por fin se acordó de su nombre.
-Te quiero-repitió.
Lucía sonrió y se acercó a él. Pedro la cogió de la cintura y la besó suavemente. Todos los recuerdos acudieron a ellos como un torrente, embriagándolos con una pasión que hacía mucho que no sentían.


sábado, 13 de junio de 2009

OTRA CONVERSACIÓN


-Mátame...
-¿Por qué?
-¿Por qué...? ¿Aún lo preguntas? ¿No te parece suficiente?
-¿Suficiente el qué?
-¡Esto!
-Esto no es nada, cielo. Espera a ver lo que te pasará mañana.

Sonrió cruelmente y desapareció, dejándola sola y llorando.




jueves, 4 de junio de 2009

COMENTARIO

Hola a todos!!!! ya se que es una tontería muy grande y demás, pero como me hace mucha ilusión, voy a colgar el video de Se lo que hicisteis... en el que sale mi comentario. Lo k es el momento concreto del "chiste" dedicado a mi pequeña aportación empieza en torno al minuto 3 y medio, por si no os quereis tragar la paranoia de la defensa personal(vedlo si teneis tiempo y os aburris, no esta mal). Bueno, allá va:

Bueno, por si a alguien le interesa (todos los que han visto el video me lo han preguntado- aunque el numero se reduzca a 3), explico la razón del nick, Adler. Resulta que Irene Adler, cuya implicación en el relato se limitaba a que se había liado con un alto cargo del gobierno inglés, fue la única persona copaz de adelantarse al gran Sherlock Holmes, y por tanto todo un hito de la literatura.

Por cierto, no os dejeis engañar por la peli que saldrá pronto en cines, porque Holmes era un misógino e Irene Adler estaba enamorada de su ministro... Así que NUNCA hubo NADA entre ellos. Dios, que a gusto me he quedado...

Ciao!!!!