lunes, 17 de junio de 2013

Señor Penumbra, de mayor quiero ser como usted

Ayer terminé un libro que tenía muchas ganas de coger, pero que mi autocontrol (que no siempre se comporta pero estos exámenes ha decidido ser decente) no me había permitido leer antes: se trata de El señor Penumbra y su librería 24 horas abierta. He de admitir que lo cogí con una curiosidad reticente: no tenía muy claro de que iba el libro, ni si me iba a gustar, ni siquiera de que género era. Pero tras terminarlo ayer, he de reconocer que es magistral. Llevo un día entero luchando conmigo misma por no cogerlo de nuevo por la punta y volverlo a leer (tengo demasiado en lista de espera), pero temo que la lucha será inútil. Es un libro fresco, nuevo, con un argumento que no pienso revelar (me temo que se perdería todo el misterio que rodea el libro, ¿no creéis?), pero que sin duda merece la pena. Y merece la pena porque el autor (miembro fundador del equipo de Twitter) conoce a la perfección en entresijo tecnológico de nuestros días y lo hila de manera maravillosa.

Me he enamorado de El señor Penumbra y su librería 24 horas abierta. No hay otra manera de describirlo. Me enamorado de su utilización de los servicios e infraestructuras de Google (literalmente, el protagonista se mete en el edificio de Google para resolver el misterio), de los métodos de representación de datos, de la creación de webs, de los prototipos de lectores electrónicos, del amor a los libros, de libros quemados, libros salvados, de los bestsellers que resuelven misterios, de los secretos de la inmortalidad, de derechos de autor, de pirateos de libros, de fuentes para Mac y de personajes tan reales que esperarías encontrartelos a la vuelta de la esquina.

Un libro para leer y disfrutar, pero sobre todo un libro que, al fusionar lo nuevo y lo antiguo y hacerlo funcionar tan maravillosamente bien, se convierte en un libro para recordar.

(También publicado en cafedeletras.jimdo.com)